Entradas

Pido la paz y la palabra, Blas de Otero

  Pido la paz y la palabra Escribo en defensa del reino del hombre y su justicia. Pido la paz y la palabra. He dicho «silencio», «sombra», «vacío» etcétera. Digo «del hombre y su justicia», «océano pacífico», lo que me dejan. Pido la paz y la palabra.                                                       Blas de Otero      Pido la paz y la palabra  – 1955 Blas de Otero Muñoz nació en Bilbao, el 15 de marzo de 1916. Miembro de la llamada Generación de los 50′, fue uno de los principales representantes de la poesía social o la conocida como poesía desarraigada, fruto de los tiempos duros que le tocó vivir, la guerra civil española y la terrible dictadura franquista. Fue un duro opositor de la dictadura franquista, que vio nacer, crecer y morir, lucha que fue constante hasta el final de su vida. Anheló y cantó la democracia durante 40 años, aunque no llegó a ver completamente realizado su sueño, murió en Majadahonda, Madrid el 29 de junio de 1979.

Abril florecía, Antonio Machado

  Abril florecía   frente a mi ventana.  Entre los jazmines  y las rosas blancas  de un balcón florido,  vi las dos hermanas.  La menor cosía,  la mayor hilaba ...  Entre los jazmines  y las rosas blancas,  la más pequeñita,  risueña y rosada  ?su aguja en el aire?,  miró a mi ventana.  La mayor seguía  silenciosa y pálida,  el huso en su rueca  que el lino enroscaba.  Abril florecía  frente a mi ventana.  Una clara tarde  la mayor lloraba,  entre los jazmines  y las rosas blancas,  y ante el blanco lino  que en su rueca hilaba.  ?¿Qué tienes ?le dije?  silenciosa pálida?  Señaló el vestido  que empezó la hermana.  En la negra túnica  la aguja brillaba;  sobre el velo blanco,  el dedal de plata.  Señaló a la tarde  de abril que soñaba,  mientras que se oía  tañer de campanas.  Y en la clara tarde  me enseñó sus lágrimas...  Abril florecía  frente a mi ventana.  Fue otro abril alegre  y otra tarde plácida.  El balcón florido  solitario estaba...  Ni la pequeñita  risueña y rosada,  ni l

Niños y adultos, por José Emilio Pacheco

  Niños y adultos A los diez años creía que la tierra era de los adultos. Podían hacer el amor, fumar, beber a su antojo, ir adonde quisieran. Sobre todo, aplastarnos con su poder indomable. Ahora sé por larga experiencia el lugar común: en realidad no hay adultos, sólo niños envejecidos. Quieren lo que no tienen: el juguete del otro. Sienten miedo de todo. Obedecen siempre a alguien. No disponen de su existencia. Lloran por cualquier cosa. Pero no son valientes como lo fueron a los diez años: lo hacen de noche y en silencio y a solas.   Por José Emilio Pacheco ( Ciudad de México, 30 de junio de 1939 - Ciudad de México, 26 de enero de 2014). Poeta, narrador, ensayista y traductor, ha sido uno de los escritores más importantes de la literatura mexicana del siglo XX.

Llorar a lágrima viva, Oliverio Girondo

Imagen
  Llorar a lágrima viva… Llorar a lágrima viva Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo. Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto. Asistir a los cursos de antropología, llorando. Festejar los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el África, llorando. Llorar como un cacuy, como un cocodrilo… si es verdad que los cacuyes y los cocodrilos no dejan nunca de llorar. Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca. Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día!           Oliverio Girondo Poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1891, en el seno de una familia adinerada que le procuró una  esmerada educación en importantes c

Te quiero, Luis Cernuda

  Te quiero.   Te lo he dicho con el viento,  jugueteando como animalillo en la arena  o iracundo como órgano impetuoso;  Te lo he dicho con el sol,  que dora desnudos cuerpos juveniles  y sonríe en todas las cosas inocentes;  Te lo he dicho con las nubes,  frentes melancólicas que sostienen el cielo,  tristezas fugitivas;  Te lo he dicho con las plantas,  leves criaturas transparentes  que se cubren de rubor repentino;  Te lo he dicho con el agua,  vida luminosa que vela un fondo de sombra;  te lo he dicho con el miedo,  te lo he dicho con la alegría,  con el hastío, con las terribles palabras.  Pero así no me basta:  más allá de la vida,  quiero decírtelo con la muerte;  más allá del amor,  quiero decírtelo con el olvido. El 5 de noviembre fallecía en Ciudad de México Luis Cernuda, destacado poeta sevillano perteneciente a la generación del 27.

Lento, pero viene

  Lento pero viene el futuro se acerca despacio pero viene hoy está más allá de las nubes que elige y más allá del trueno y de la tierra firme demorándose viene cual flor desconfiada que vigila al sol sin preguntarle nada iluminando viene las últimas ventanas lento pero viene las últimas ventanas lento pero viene el futuro se acerca despacio pero viene ya se va acercando nunca tiene prisa viene con proyectos y bolsas de semillas con ángeles maltrechos y fieles golondrinas despacio pero viene sin hacer mucho ruido cuidando sobre todo los sueños prohibidos los recuerdos yacentes y los recién nacidos lento pero viene el futuro se acerca despacio pero viene ya casi está llegando con su mejor noticia con puños con ojeras con noches y con días con una estrella pobre sin nombre todavía lento pero viene el futuro real el mismo que inventamos nosotros y el azar cada vez más nosotros y menos el azar lento pero viene el futuro se acerca despacio pero viene lento pero viene lento pero viene lento

Cien años del nacimiento de Miguel Delibes

Imagen
 Se cumplen hoy cien años del nacimiento del escritor de El camino, Los santos inocentes, Cinco horas con Mario   o El hereje. Quedan sus palabras. "Sentimientos que anidaron hace siete lustros en el corazón de mis personajes: solidaridad, ternura, mutuo respeto, amor; el convencimiento de que todo ser ha venido a este mundo para aliviar la soledad de otro ser"